Me vi de pie en una calle del centro de El Cairo, frente a una multitud de militares que me apoyaban. El mayor general Ahmed Wasfi se acercó, enviado de la cúpula política, para amenazarme y obligarme a dejar de hablar. Al llegar, me puso la mano en el hombro para amenazarme, pero no lo alcanzó porque había una barrera oculta que lo impedía. A pesar de ello, siguió aconsejándome que dejara de hablar de política. Lo escuché con calma, pero rechacé su consejo. Se alejó y habló por teléfono con la cúpula, diciéndoles que rechazaba sus amenazas. Después, comencé a dirigirme a los militares que me apoyaban y a exigir la salida de Sisi. Les dije que me quedaría allí hasta que se fuera y grité "¡Dios es grande!" varias veces hasta que la visión terminó.
Interpretación de la visión en este vídeo
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