El autor de este comentario fue el más honesto en su crítica a mi libro Las cartas esperadas.
Él explicó directamente por qué no aceptaba mi opinión, sin andarse con rodeos.
No dijo, como otros, que contradecía el consenso de los eruditos ni negaba algo conocido por necesidad, ni que esto era lo que veíamos hacer a nuestros padres. Más bien, dijo con la mayor franqueza y claridad: ¿Cómo podemos heredar nuestra fe de una persona común que no es un erudito religioso ni un graduado de Al-Azhar?
Ésta es la verdadera razón por la que la mayoría de ustedes no aceptan lo que está en mi libro.
No seáis demasiado orgullosos para decir esta verdad que está en vuestras almas.
EspañolTe desafío y te digo, si el Sheikh Al-Shaarawy estuviera entre nosotros ahora y dijera como tú dices, que nuestro maestro Muhammad, que Dios le bendiga y le conceda paz, no es el Sello de los Mensajeros, y él viniera a ti con la misma evidencia que yo vine a ti con el Corán y la Sunnah, entonces te aseguro que lo habrías aplaudido y vitoreado y no le habrías dicho como me dijiste a mí, que contradigo el consenso de los eruditos o cómo tomamos nuestra creencia de ti o que niegas algo que se sabe de la religión por necesidad.
Ésta es la verdad en sus corazones con respecto a mi opinión, por lo que no hay necesidad de decir lo contrario.