Cuando se le preguntó a Su Eminencia el Jeque Muhammad ibn Salih al-Uzaymin: ¿Hay alguna diferencia entre un Mensajero y un Profeta?, respondió: Sí, los eruditos dicen: Un Profeta es aquel a quien Dios le ha revelado una ley y no le ha ordenado que la transmita, sino que la actúa en su propia mente sin estar obligado a transmitirla.
Un Mensajero es alguien a quien Dios ha revelado una ley y le ha ordenado transmitirla e implementarla. Todo Mensajero es un Profeta, pero no todo Profeta es un Mensajero. Hay más Profetas que Mensajeros. Dios ha mencionado a algunos Mensajeros en el Corán y no a otros.
Pero me aparté del consenso de los eruditos en esta fatwa con dos versículos del Sagrado Corán.
Dios Todopoderoso dijo: (Mensajeros de buenas nuevas y de advertencia, para que la humanidad no tenga argumentos contra Dios después de los mensajeros. Y Dios es siempre exaltado en Poderoso y Sabio.)
Dios Todopoderoso dijo: “La humanidad era una sola comunidad, luego Dios envió a los profetas como portadores de buenas nuevas y amonestadores, y envió con ellos la Escritura con verdad para juzgar entre los pueblos sobre aquello en lo que diferían”.
Ambos versículos confirman que tanto el profeta como el mensajero transmiten lo que les fue revelado según el texto del Corán, sin excepción alguna. ¿Es lógico que un asunto concerniente al pueblo le fuera revelado al mensajero o al profeta y que este no lo transmitiera?
Entonces, ¿contradije el Corán y la Sunnah o contradije el consenso de los eruditos?
¿Estoy con ello negando algo que se sabe en la religión por necesidad a partir del Corán y la Sunnah, o estoy negando algo que se sabe en la religión por necesidad basado en las fatwas de los eruditos?
Cuando las fatwas tienen un rango superior al Corán y la Sunnah, acojo con agrado el hecho de que, desde su punto de vista, estoy negando algo que se sabe de la religión por necesidad.