Vi al Mahdi entre una gran multitud, pero no le prestaban atención. Así que el Mahdi le pidió a Alá, el Todopoderoso, que le diera una señal para que la gente le creyera. Había unos cinco o seis periodistas con sus cámaras, mirando solo al Mahdi, sin el resto de la gente, pero no creían que fuera el Mahdi. Así que el Mahdi les dijo: «Les daré una señal que probará mi veracidad». Metió la mano en el bolsillo y luego la sacó. Era blanca. Los periodistas miraron la mano del Mahdi con gran asombro y comenzaron a filmarla.