He tenido visiones desde que tenía unos catorce años. Eran frecuentes, luego se volvieron raras desde los veinte hasta los treinta y ocho, durante los sucesos de la revolución egipcia de 2011. Después, las visiones aumentaron tras mi arresto y liberación, y se volvieron muy frecuentes desde 2017.
Recuerdo que cuando estaba en el instituto, anoté todas las visiones que tuve en un cuaderno. Mi padre me llevó a un jeque sufí que conocía en la mezquita Sayyida Zeinab para presentárselas. El jeque tomó el cuaderno donde las había escrito para leerlo, pero las preocupaciones de la vida y mi ingreso en la academia militar me impidieron recuperarlo o incluso conocer su opinión sobre ellas.
Tuve visiones que contenían símbolos que desconocía, y otras que descifré con el tiempo o a través de intérpretes. Tuve visiones en diferentes momentos de mi vida en las que me vi aferrado a la Kaaba y llorando intensamente. Vi visiones en las que vi a profetas como Jesús (la paz sea con él), y muchas más, muchas de las cuales he olvidado. Vi varias visiones en las que vi a nuestro Maestro Muhammad (la paz sea con él), y algunas en las que vi a nuestro Maestro José, Moisés, Job, Juan y Abraham (la paz sea con ellos).
Hay visiones de revolución y guerras futuras, y cada visión me llegó en un momento determinado de los acontecimientos. Una visión habla de una revolución en Egipto, una visión de los preparativos para la guerra de liberación de Al-Aqsa, una visión durante la guerra en el Sinaí contra Israel, una visión de la liberación del Levante, una visión de multitudes de Europa llegando al Levante, visiones de la gran epopeya, visiones del Anticristo, visiones del descenso de nuestro Maestro Jesús, la paz sea con él, y todas estas innumerables visiones me llegaron en diferentes momentos a lo largo de las distintas etapas de mi vida.
Las visiones que publicaste no fueron más que una cuarta parte de lo que vi. Hubo muchas visiones cuyos detalles no recuerdo porque sucedieron hace mucho tiempo.
Esta es la realidad en la que vivo mientras duermo por la noche, a pesar de intentar ocupar mi tiempo día y noche con el trabajo para no pensar demasiado. Muchas veces me agoto psicológicamente por lo que veo por la noche y me confundo y distraigo en distintos momentos. Cuando me digo a mí mismo que estas visiones son de Satanás, descubro que contienen cánticos o lemas como «Dios es Grande» y «No hay más dios que Dios».
Yo tenia un conflicto psicológico muy grande dentro de mi por lo que veía, y muchas veces no podía dormir por lo que veía desde joven, y muchas veces me plagaban dudas de que lo que me estaba pasando no era mas que obra del diablo para engañarme y volverme loco, ya que conocía amigos que tenían visiones como las mías y algunos de ellos terminaban matando gente o volviéndose locos o entrando a un hospital psiquiátrico.
Tuve varias visiones en la secundaria mientras realizaba el Hajj a la Sagrada Casa de Alá y hacía la ablución con agua de Zamzam. También tuve varias visiones, cuyos detalles no recuerdo, con compañeros, como nuestro maestro Abu Bakr, que Alá esté complacido con él, y nuestro maestro Alí, que Alá esté complacido con él. Sin embargo, la primera visión que tuve en la que vi profetas fue con nuestro maestro Jesús, la paz sea con él, cuando era joven en la secundaria. Las visiones continuaron durante la preparatoria, ya que vi a nuestro maestro Jesús, la paz sea con él, en muchas visiones. A veces me saludaba en una visión, a veces me miraba sonriendo y a veces lo abrazaba. Sin embargo, estas visiones no contenían ningún evento importante.